julio 10, 2009

¿Dónde están las musas? Feliz cumpleaños 43, de los 43 que te quedan, Jorgito.

[Foto, regalo de Jaad. Copyrigth de Orlando Luis Pardo. "Jaad en La Habana. Diciembre, 2008"]


Sobre el estante se amontonan las palabras, coraza de escritores. Cuadernos nostálgicos de historias se recrean invictos en su prosa. La ropa regada por el suelo, al lado la botella de vino acabada, la mesa pequeña sin limpiar: vasos, folios, tetera y su pipa.

Hay un sillón, su sillón, en el pone en juego la imaginación. Ahí es donde la mente se transforma, se trastorna.

¿Qué nuevas genialidades pueden surgir?

¿Cómo pone sus poemas jaadianos a tomar forma?

Es fácil imaginarlo frente al teclado del ordenador, tal vez con una libreta arrugada comenzando a esbozar la primera palabra del primer verso del siguiente poema. Sorbo de té, trago largo de café americano o de vino.

Con un especial orden en su desorden, su pelo largo y rizado cayéndole bucle sobre bucle por cara, hombros…

Muere cada madruga, renace al siguiente día cuando el sol calienta su cuerpo de reptil, lagarto centenario al acecho de nuevas palabras, que conformen nuevos bastardos. Hijos ilegítimos de la noche, la locura y la máquina deforme-creativa de su imaginación. Necesita el calor, los rayos del sol sobre su cara, negándose así mismo en cada bocanada de aire.

1 comentario:

jaad dijo...

Gracias, MA, por tu post. Recuerda que te pedí algunos poemas, digamos, tres, para publicarlos un día en Cuarto de Máquinas. Me gustaría escogerlos, a mi gusto, según mis delirios...

Cuídate, y nos vemos en algún rincón del mundo...

Agradecido por tus palabras...

Un beso.