julio 05, 2009

Transformación.

Que nadie
llore
por las piedras
del camino
ellas soportaron
los pétreos piés
del destino
artimaña
de escondido
saqueador
de caminos
yo me convertí
en
canto
rodado.

Fui río
roca
alborada
anochecer
nieve
agua
subí
al espacio
en nube
desde allí
vi
observé
lo que hacía daño
al hombre
lloré
mis lagrimas
inundaron
los cauces
retorné
de nuevo al río.

Otra vez fuí
canto rodado
rodé
rodé
recorriendo lomas
prados
alguien me arrojó
a un pozo
allí
fuí frío
oscuridad
pedí
auxilio
una samaritara
se acercó
rústico
cubo de madera
salté
mujer con
canto rodado
rodado
rodando
hasta manos
desconocidas
ya no rodé
estuve sobre
sus olorosas
cartas de
¿amor?
o tal vez no

1 comentario:

jaad dijo...

Tus poemas van ganando en intensidad y economía. Me gusta cierto discurrir, determinados flujos, una sensibilidad a golpe de una expresión que vas logrando.

Enhorabuena.

Pronto escogeré de todos ellos, tres poemas para publicarlo en Cuarto de Máquinas.

Si vos me lo permite, claro está.

Saludos.