junio 20, 2009

Deseo y deber.

Era mi diluvio, pero no mi barca.

El agua había arrastrado todo a su paso.

Gentes sin nada. Desoladas.

Nosotros hacíamos lo que podíamos. Poner apósitos, curas de urgencias…

Me sentía cansado. Pensé en mi casa. El día de regreso se acercaba.

Volver a España, pasear, tomar una cerveza en alguna terraza, o ir al cine.

Llegué al campamento. Me tumbé sobre un jergón. Puse la radio. Al sur de la India miles de afectados por el terremoto, esperan…

Miré al maletín con el instrumental.

--Muchacho, prepárate para otro viaje.

No hay comentarios: