junio 17, 2009

Otra vuelta de tuerca.

En los próximos días publicaré tres diferentes microcuentos, cada uno con menos de 100 palabras, y con la misma primera línea.


Era mi diluvio, pero no mi barca, y tomé la decisión de estar solo tras otro naufragio amoroso. Se acabaron las mujeres. Días de encierro. Teléfono enmudecido.Tranquilidad. Los pensamientos se dispersaban. Nada tenía importancia.


Un abrumador silencio me rodeaba.Puse música para sentirme acompañado. Al fin, decidí salir. Me vestí. Al mirarme al espejo, a pesar de mis ojeras y mi barriga, la imagen fue satisfactoria.


Caminé sin rumbo. Aspirando el monóxido. Me sentía bien.

Tropecé. Al levantar la mirada…


--Disculpe, ¿le he hecho daño?

Sonrió.

--¿Me permite invitarla a un café?


No hay comentarios: